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SALUD DEL SUELO Y FERTILIZACIÓN Conservar un suelo saludable es imprescindible para tener cultivos sin estrés y vigorosos. Y esto implica un suelo bien estructurado, con materia orgánica, y con vida microbiana normal, especialmente en la zona de la rizosfera . Una buena estructura del suelo es imprescindible para un cultivo saludable, y una rizosfera poco alterada permite a las plantas crecer más robustas. La aplicación de agroquímicos causa desajustes en los tres puntos mencionados. Dejando aparte los plaguicidas y su efecto sobre la microfauna y microflora del suelo, una fertilización exclusivamente mineral produce un drástico empobrecimiento de la riqueza de materia orgánica, que a su vez afecta decisivamente a la estructura del suelo, y a la vida microbiana. También, la salinidad causada por una fertilización exclusivamente mineral, empobrece la vida microbiana. |
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Para tener un suelo saludable, además de emplear un manejo integrado que reduzca las aportaciones de plaguicidas, hay que acudir a una fertilización poco agresiva, limitando y distribuyendo los aportes de sales minerales y restituyendo la materia orgánica que se degrada a lo largo de al año.
NECESIDADES GENERALES DE FERTILIZACIÓN Las necesidades de elementos minerales y materia orgánica varian en función del tipo de cultivo, manejo del suelo y clima, pero de forma general son las indicadas en la siguiente tabla: |
También es preciso tener en cuenta que los cultivos varían sus necesidades nutricionales a lo largo del periodo vegetativo. Por ejemplo, en hortícolas en general:
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