Evaluación de leguminosas como coberturas asociadas con maíz

Del ensayo “Evaluación de tres leguminosas como coberturas asociadas con maíz en el trópico subhúmedo“, de José Bernardino Castillo-Caamal, Jesús Arturo Caamal-Maldonado, Juan José María Jiménez-Osornio,Francisco Bautista-Zúñiga, Manuel Jesús Amaya-Castro,y  Rodrigo Rodríguez-Carrillo, publicado en Agronomía Mesoamericana

La tradicional práctica del sistema agrícola de roza, tumba y quema (r-t-q), hoy es aplicado por casi 300 millones de campesinos, en un 30% de los suelos cultivables en el mundo. En el caso de la Península de Yucatán, México, se produce maíz para el consumo de más de un millón de campesinos bajo este sistema (milpa).

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maíz y leguminosa intercalados

La integración de leguminosas de cobertura en los sistemas de producción, es una opción para mejorar la fertilidad del suelo. Estas especies pueden fijar el N de la atmósfera y mejorar las propiedades físicas y químicas del suelo. También pueden reducir la erosión, aumentar la actividad biológica en el suelo y controlar las arvenses y plagas del suelo, su empleo como alimento o forraje.
Las leguminosas para cobertura deben evaluarse en cuanto a la interferencia (competencia y alelopatía), producción de biomasa. También es importante su pape l en el reciclaje de nutrimentos y en la calidad del suelo, entre otras cosas.
En el ensayo se evaluaron cuatro tratamientos:

1) maíz solo

2) maíz y Phaseolus lunatus de ciclo corto de semilla blanca

3) maíz y Phaseolus lunatus de ciclo largo de semilla blanca

4) maíz y frijol terciopelo (Mucuna sp.)

en un diseño experimental de bloques al azar, con cuatro réplicas, durante cuatro ciclos de cultivo (1999-2002) en Yucatán, México. Se midió la biomasa de cultivos, pH, N total, mineralización potencial anaerobia del nitrógeno, evolución del CO2, potasio (K), fósforo (P) y materia orgánica del suelo, biomasa y frecuencia de arvenses.
La conclusión es que las coberturas ejercieron poca influencia en las variables de suelo y rendimiento de grano de maíz. En ninguno de los tres años se encontró efecto de las leguminosas sobre el rendimiento de la gramínea, pero una contribución de las leguminosas puede ser la mejora de los nutrimentos en particular del nitrógeno. Ello al parecer no ocurrió en este experimento por los bajos rendimientos del grano de maíz obtenidos.
La biomasa registrada en las tres leguminosas, mayor de 2000 kg/ha, es suficiente para cumplir la función de cobertura, al aportar material orgánico al suelo. La ausencia de efecto sobre el rendimiento del grano, se atribuye a la asincronía de la producción de la biomasa.