Del Blog “Homo agrícola“, con el premiso de su autor, Antonio Aguilera
Llevamos unos años con suerte debido a que la meteorología nos ha favorecido contra la segunda enfermedad fúngica más importante en el mundo. Cuando aparezcan inviernos húmedos no será tan fácil. Ya hay escritos varios artículos sobre los hongos en general y éste en particular, por ejemplo éste de Entomofílico del año pasado. En este otro explica el problema de la resistencia de los hongos a los fungicidas. Quizás sea útil leerlo antes de seguir con el de hoy.
La botritis es difícil de combatir porque cuando la humedad satura los invernaderos se desarrolla muy rapidamente y si no se puede ventilar tenemos que echar mano de los fungicidas. Pero este hongo es fabuloso para resistirse al efecto de ellos. No solo presenta cepas resistentes a cada uno de los grupos de fungicidas que existen sino que además han aparecido cepas denominadas MDR (Multi Drug Resistance) que utilizan un mecanismo de expulsión rápida del fungicida de dentro de las celulas del hongo, con lo cual su eficacia se ve muy disminuida. Si vemos el gráfico inferior donde se indica el factor de resistencia para un gran número de materias activas, se observa que para la cepa MDR 3 solo estaría libre de resistencias un solo fungicida, el tiram que ya no se puede utilizar.
Esto se ha estudiado en viñedos franceses, que es donde van más avanzados. Nosotros, de hecho no sabemos que cepas resistentes existen en nuestros invernaderos porque no es lo mismo pelear con resistencias específicas que contra estas cepas MDR.
Para complicar más las cosas se ha descubierto una nueva especie B. pseudocinerea que es inherentemente resistente al Teldor (fenexamida), no sabemos si existe aquí ni que cultivos puede atacar.
Para los sitios donde si se conozcan las causas de resistencia los franceses han desarrollado un esquema de lucha química:
Para saber más, la tesis de la doctora Anne-Sophie Walker es un buen principio.
Algunos apuntes prácticos:
1-La ventilación del invernadero es el factor primordial, hasta donde se pueda.
2-Se puede optar por intentar el control biológico.
3-El exceso de nitrógeno en el abonado aumenta la botritis.
4-Los abonados ricos en calcio y en potasio disminuyen su incidencia.
5-Los tratamientos foliares con aminoácidos son contraproducentes si utilizamos fungicidas que interfieren la síntesis de metionina.